miércoles, 23 de marzo de 2011

De ese Mostruo! no has de temer



Por Carolina Sánchez Iturbe
Fotografía de The Dark Flack (www.thedarkflack.com)

“Una banda no tiene la obra hasta que no tiene el disco”. Sentado en el fondo de su casa y mientras la tarde de un sábado que hasta no hace mucho era lluvioso empieza a caer, Kubilai Medina no duda al señalar cuáles son los pasos necesarios para que el arte se presente como tal. Con el tercer trabajo discográfico de Mostruo!, la banda que lleva su voz, en proceso de masterización, sabe que aunque los días de descarga directa hayan convertido a los discos en elementos poco redituables en términos económicos, ellos siguen siendo la evidencia más clara del proceso de creación de cualquier músico. A su lado, Lucas Finocchi, otra de las cuatro patas del proyecto artístico que encabeza, asiente dispuesto a resumir luego sus expresiones: “Sucede que la cosa tiene que existir para que sea. Llega un punto en el que lo virtual te rompe las pelotas”.
Mostruo! es una de esas bandas que parece vivir rápido y no estar dispuesta a morir joven. Con un sonido ajustado desde sus inicios, en poco más de un lustro logró sellar un estilo propio valiéndose de la mejor cosecha de las melodías argentinas de los ’70, a la vez que supo crear expectativas acerca de su futuro mientras, con un lenguaje sin vueltas, se dedicó a señalar los absurdos que encierran algunas posturas del rock. Así, con sólo 6 años de crecimiento sobre sus espaldas, Finocchi y Medina no titubean en caracterizar a su proyecto como un ser maduro, que sabe de esperas y procesos y que conoce cómo quiere sonar: “Nuestro estilo es el clasicismo. Es decir, cuando decimos vamos a hacer un rock, lo tocamos y lo armamos de manera clásica. Siempre estamos buscando lo que nosotros entendemos del tipo de canción que estamos haciendo”, sintetiza Kubilai.
Por esa misma madurez, la banda que se completa con Luciano Mutinelli en batería y Federico Mutinelli en bajo, no dudó en tomarse todo un año para grabar el que será su tercer disco, permitiéndose llegar hasta los Estudios Hollywood de Alfredo Calvelo con maquetas que luego, con tiempo de maceración, se transformaron en canciones. “Estamos tratando de preocuparnos más por la calidad de la interpretación, la expresividad del disco. En el primero (Grosso), por ahí era todo muy lechoso y tenía esa frescura; el segundo (La nueva gran cosa), era más quirúrgico; y éste tiene una mezcla de las dos cosas. Pudimos estar más tranquilos para tocar en el estudio, tener más tiempo de decir esto no sirve y no tener problemas con eso y cambiarlo”, dice Lucas, el guitarrista que, además, le pone su voz a varias de las composiciones de Mostruo!.
Consciente de que la evolución es necesaria para que las ideas perduren, Finocchi jura que el monstruo que construye desde hace tiempo ha avanzado y mucho. “Estamos tocando mejor ahora que al principio, aprendimos a sonar un poco mejor. Y, sobre todo, ahora somos una banda que en vivo es más interesante que antes porque estamos más relajados”, sostiene. De cualquier modo, por más progreso que se pueda experimentar, lo cierto es que lo que realmente es necesario para que un grupo de personas pueda funcionar se enraíza directamente en el placer de hacer en conjunto y Lucas lo sabe: “Lo que te permite durar es que te guste lo que suena. Después, como personas, hemos tenido nuestras idas y vueltas, pero nos gusta tocar juntos. Nadie pone nunca en duda que la banda sigue”.
A la espera de que Juan Soto termine de dar forma a las ilustraciones que constituirán el arte del próximo disco, los Mostruo! se divierten mientras explican que eligieron llamarlo Perfecto porque era lo único que podía venir después de una nueva gran cosa, todo para luego reír y señalar que tras la perfección podría llegar un “puede fallar”. Sin embargo, minutos más tarde Finocchi vuelve a ponerse serio y entonces sí, el nombre del trabajo discográfico aparece como una idea cargada de sentido: “Le íbamos a poner El sueño de la razón porque hay un grabado de Goya que dice el sueño de la razón produce monstruos, pero parecía un disco de Catupecu Machu, era muy solemne. Y, como estamos en contra de que sea solemne, le pusimos Perfecto, que nadie se lo va a tomar en serio. El rock no es cosa seria, es linda, divertida, pero no seria. El día que te lo tomaste en serio, cagaste, asumiste el rol. En cualquier cosa de la vida, asumir el rol es contraproducente porque estás más preocupado por lo que debes ser que por lo que realmente sos”.
Con el deseo de encontrar “cuál es el cuento de este disco” por venir y hacer con él un vídeo que, como las dos producciones audiovisuales precedentes (Ese oso y El mejor plan del mundo), retrate el sentido humorístico de la banda, Mostruo! hoy persigue un gran objetivo, la verdadera meca: ir al Groove, ese lugar sin definición en castellano en el que “la música deja de ser pose y empieza a pasar por el cuerpo”.

http://www.myspace.com/mostruo

Franceville agenda pocket – Nº 52, marzo de 2011
(siempre es mejor la versión en papel)

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Y sí seguís explorando? (si total, no nos vamos a dormir...)

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